Bélgica ha dado un paso significativo hacia la digitalización con la reciente aprobación parlamentaria de la facturación electrónica obligatoria a nivel nacional. Esta decisión histórica representa una revisión del Código del Impuesto sobre el Valor Añadido y el Código del Impuesto sobre la Renta de Bélgica de 1992, marcando una nueva era de mandatos de facturación electrónica.
Anteriormente, la facturación electrónica era obligatoria únicamente en el sector público. Sin embargo, con la aprobación de esta ley, las entidades del sector privado estarán obligadas a realizar la transición a la facturación electrónica a partir del 1 de enero de 2026. Este período de transición proporciona tiempo suficiente para que las empresas se preparen para el cambio y aseguren el cumplimiento de las nuevas regulaciones.
Es obligatorio, pero no una carga
La adopción de la facturación electrónica en Bélgica se alinea con las tendencias globales más amplias hacia la transformación digital en los procesos financieros. Al adoptar la facturación electrónica, las empresas pueden agilizar las operaciones, reducir costos y mejorar la eficiencia. Además, la facturación electrónica ofrece numerosas ventajas sobre los sistemas tradicionales basados en papel, como tiempos de procesamiento más rápidos, mayor precisión y seguridad mejorada.
El marco
Para facilitar la implementación de la facturación electrónica en el sector privado, Bélgica ha optado por continuar utilizando el marco Peppol, que ya ha demostrado ser exitoso en el sector público. El marco Peppol proporciona un enfoque estandarizado para la facturación electrónica, asegurando la interoperabilidad y una comunicación fluida entre empresas y entidades gubernamentales.
La decisión de adoptar el marco Peppol subraya el compromiso de Bélgica de alinear sus nuevas obligaciones y requisitos con los estándares internacionales. Esta elección estratégica simplifica la transición empresarial y mejora la interoperabilidad de Bélgica con otros países que han adoptado el marco Peppol.
Modernización de los procesos financieros
Además, el movimiento de Bélgica hacia la facturación electrónica obligatoria refleja un esfuerzo más amplio por modernizar sus sistemas fiscales y financieros. Al digitalizar los procesos de facturación, Bélgica busca mejorar la transparencia, evitar la evasión fiscal y mejorar la eficiencia general de su economía. La aprobación parlamentaria de Bélgica de la facturación electrónica obligatoria representa una contribución significativa al camino del país hacia la transformación digital.
Al adoptar la facturación electrónica y aprovechar el marco Peppol, Bélgica está lista para modernizar los procesos financieros, mejorar el cumplimiento y estimular el crecimiento económico. A medida que las empresas se preparan para la transición, deben aprovechar la oportunidad de adaptarse a esta nueva era de facturación digital y capitalizar los beneficios que ofrece para el éxito a largo plazo.